martes, 15 de septiembre de 2020

Un niño de nueve años de edad entró a un bar y se sentó junto a una mesa vacía.

 Un niño de nueve años de edad entró a un bar y se sentó junto a una mesa vacía.

La moza se acercó y él le preguntó:
“¿Cuánto sale un helado con crema y nueces?”.
“Diez pesos”, le respondió ella.
El niño sacó el dinero del bolsillo, contó las monedas y le preguntó a la moza:
“¿Y cuánto sale el helado sin la crema y sin las nueces?”.
La moza le respondió un tanto molesta: “Cinco pesos”.
El niño se fijó en las monedas que tenía y dijo: “Entonces tráigame por favor un helado así nomás sin nada”.
La moza le trajo el helado, arrojó con disgusto la cuenta en la mesa y se fue…
El niño comió el helado lentamente, mirando alrededor y disfrutando del paisaje. Cuando terminó el helado, el niño pagó la cuenta y se fue.
Al rato, llegó la moza a limpiar la mesa, pero cuando vio los diez pesos, los ojos se le llenaron de lágrimas: el niño había dejado cinco pesos para pagar el helado y otros cinco pesos de propina para ella…

Cuántas veces pasa que llegamos a todo tipo de conclusiones respecto a una persona sin saber cuáles fueron sus motivaciones…
Si se emocionaron igual que nos emocionamos nosotros, ¡pongan un like y compártanlo!

Shalom !

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