martes, 30 de noviembre de 2021

Proverbios / Mishlei 5

AMONESTACION CONTRA LA IMPUREZA.

Proverbios/Mishlei 5:1-23

[1]Hijo mío, presta atención a mi sabiduría; inclina tu oído a mis palabras;

[2]para que preserves la discreción y tus labios vigilen el conocimiento. No escuches a la mujer inservible,

[3]porque los labios de la ramera destilan miel,[22] que por una temporada deleitan tu paladar;

[4]pero al final ella es tan amarga como el ajenjo, y más afilada que espada de dos filos.

[5]Sus pies descienden a la muerte, sus pasos llevan directo al Sheol;

[6]ella no camina el camino nivelado de la vida – sus sendas son resbalosas, su curso vaga por doquier.

[7]Así que, ahora hijos, escúchenme a mí; no se vuelvan de lo que les estoy diciendo.

[8]Distancien su senda de ella, quédate lejos de la puerta de su casa;

[9]para que no des tu vida a otros y tus años al despiadado,

[10]para que los extraños no se sacien de tu fuerza y tus labores vayan a casa extraña.

[11]Entonces, cuando tu carne y huesos se hayan estrujado, al final de tu vida, no te lamentes.

[12]"¡Cómo odié la disciplina! ¡Todo mi ser despreció la reprensión!

[13]Ignoré la voz de aquél que me instruía y me enseñaba, ni apliqué mi oído.

[14]Tomé parte en casi todas las clases de maldad, en el medio de la congregación y asamblea."

[15]Bebe el agua de tu propia cisterna, agua fresca de tu propio pozo.

[16]Sea disperso afuera lo que tus fuentes producen, arroyos de agua fluyendo en las calles;

[17]pero que sean solamente para ti y no para los extraños contigo.

[18]Sea tu fuente de agua tuya propia, y regocíjate con la esposa de tu juventud

[19]una cierva amada, una elegante gacela; sus pechos te satisfagan en todo tiempo, estés siempre enfatuado con su amor.

[20]Hijo mío, ¿por qué estar enfatuado con una mujer extraña? ¿Por qué abrazar el cuerpo de una mujer que no es la tuya?

[21]Pues YAHWEH vigila los caminos del hombre; El supervisa todas sus sendas.

[22]Los iniquidades del perverso lo entramparán, todos están atados con las cadenas de su propio pecado.

[23]Morirá por falta de disciplina; la magnitud de su locura lo hará tambalearse y caer, ha perecido por capricho.


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