lunes, 9 de agosto de 2021

Apocalipsis / Hitgalut 21

CIELO NUEVO Y TIERRA NUEVA.

Apocalipsis/Visiones de Elohim 21:1-27

[1]Entonces vi un cielo nuevo y una tierra nueva; ° pues el cielo viejo y la tierra vieja habían pasado, y el mar ya no estaba allí.

[2]También vi la ciudad Kadosh, la Yerushalayim de lo Alto, descendiendo desde el cielo de YAHWEH, preparada como una esposa, hermosamente vestida para su esposo.[116]

[3]Oí una gran voz del trono que decía: "¡Miren! La Shejinah de YAHWEH está con la humanidad, y El vivirá con ellos. Ellos serán Su pueblo, y El mismo, YAHWEH con ellos, será Su Elohim. °

[4]El enjugará toda lágrima de sus ojos. Ya no habrá más muerte; y ya no habrá más luto, llanto ni dolor; porque el viejo orden ha pasado."

[5]Entonces El que estaba sentado en el trono dijo: "¡Miren, Yo estoy haciendo todo nuevo!" También dijo: "Escribe: ¡Estas palabras son verdaderas y dignas de ser confiadas!'"

[6]Y El me dijo: "¡Hecho está! Yo soy el 'Alef' y la 'Tav,' El principio y el fin. A cualquiera que tenga sed, Yo mismo le daré gratuitamente agua de la Fuente de la Vida.

[7]Aquel que gane la victoria, recibe estas cosas, y Yo seré su Elohim, y él será mi hijo.

[8]Pero, en cuanto a los cobardes, los que no son dignos de confianza, los viles, los asesinos, los inmorales sexuales, aquellos que dan mal uso a las drogas con relación a lo oculto, los adoradores de ídolos, y todos los mentirosos, su destino es el lago que arde con fuego y azufre, la segunda muerte.

LA NUEVA YAHRUSHALAYIM.

[9]Uno de los siete malajim que tenía las siete copas de las siete plagas se acercó a mí y dijo: "Ven, te mostraré la novia, la esposa del Cordero."

[10]Me llevó en el Ruaj a la cumbre de una gran y alta montaña, y me enseñó la ciudad Kadosh, Yerushalayim, descendiendo del cielo de YAHWEH.

[11]Era la Shejinah de YAHWEH, su fulgor era como una joya cuyo precio es inestimable, como un diamante tan claro como un cristal.

[12]Tenía un gran muro alto con doce puertas; a las puertas doce malajim; e inscritos en las puertas estaban los nombres de las doce tribus de Yisra'el.[117]

[13]Al este, tres puertas; tres puertas al norte; tres puertas al sur y tres puertas al oeste.

[14]El muro de la ciudad tenía doce piedras de cimientos, y en éstas estaban escritos los doce nombres de los doce emisarios del Cordero.

[15]El malaj que hablaba conmigo tenía una caña de medir de oro con la cual medir la ciudad, sus puertas y su muro.

[16]La ciudad está planeada en un cuadrado, su longitud es igual a su anchura. Con su caña él midió la ciudad a mil quinientas millas; con la longitud y la altura igual.

[17]El midió su muro, doscientos dieciséis pies de medida humana corriente, que el malaj estaba usando.

[18]El muro estaba hecho de diamante y la ciudad de oro puro, 
semejante al cristal puro.

[19]Los cimientos del muro de la ciudad estaban decorados con toda clase de piedras preciosas; la primera piedra de cimiento era de diamante, la segunda de zafiro, la tercera de calcedonia, la cuarta de esmeralda,

[20]la quinta de ónice, la sexta de cornalina, la séptima de crisolito; la octava de berilio; la novena de topacio; la décima de crisoprasa; la undécima de turquesa y la duodécima de amatista.

[21]Las doce puertas eran doce perlas;[118] y cada una de las puertas estaban hechas de una sola perla. La calle principal de la ciudad era de oro puro, transparente como el cristal.

[22]No vi un Templo en la ciudad; porque YAHWEH, El Shaddai es su Templo, tal como lo es el Cordero.

[23]La ciudad no tiene necesidad del sol ni de la luna que resplandezcan sobre ella; porque la Shejinah de YAHWEH le da luz, y su lámpara es el Cordero.

[24]Las naciones caminarán bajo su luz, y los reyes de la tierra traerán su esplendor a ella.

[25]Sus puertas nunca cerrarán, permanecerán abiertas todo el día porque la noche no existirá allí,

[26]y el honor y esplendor de las naciones será traído a ella.

[27]Nada impuro podrá entrar en ella, tampoco nadie que haga cosas vergonzosas o mienta; los Unicos que pueden entrar son aquellos que sus nombres están escritos en el Libro de la Vida del Cordero.

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