Entre el mes de septiembre y octubre, marca el calendario hebreo-bíblico en el séptimo mes, el día 10 , siguiendo el calendario bíblico de la Torah que estableció el Elohim de Avraham, Yitzhak y Ya'akov, la celebración Yom kippur (Hebreo para Día de la Expiación) y millones de personas en el mundo lo celebran. La mayoría de ellos NO conocen al Mesías Yahshua como su Salvador y muchos creyentes en él, han estado alejados de las celebraciones solemnes pensando que eso solo pertenece al pueblo Yahudim/judío, sin darse cuenta que cada una de ellas es una oportunidad para testificar de Yahshua. Los que conocen de Yom Kippur desconocen o no reconocen a Nuestro Adon Yahshua y los que conocen de Yahshua llamándolo como “Jesús” desconocen de Yom Kippur.
La palabra hebrea “Yom” significa “día” y “kippur” significa “expiación”. Hoy en día muchas congregaciones celebran un día de humillación en distintas épocas del año, donde interceden y piden perdón a Elohim no solo por los pecados personales, sino por los pecados de omisión y comisión. También interceden por sus gobernantes y oran fervientemente porque Elohim sane nuestro pueblo de males sociales y pecados.
“Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los Shamayim/cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su Aretz/tierra.” ~ 2 Cro. 7:14.
Estos concurridos cultos de humillación son precisamente la esencia de lo que es Yom Kippur.
El Brit Hadasha (mal llamado nuevo testamento) declara, en el Libro de Romanos capítulo 11, que así como las 10 tribus fueron arrancadas del pueblo de Elohim, las ramas de un olivo plantado fueron desgajadas del arbusto original, y fueron trasplantadas las ramas de un olivo silvestre y puestas en su lugar. Nosotros somos parte de Israel. Hemos sido encajados en el olivo original. Por fin Efrayín y Judá hacen pacto nuevamente como fue profetizado.
Cuando Elohim le dio las Fiestas al Pueblo de Israel, como una cita divina en el tiempo, TODAS las 12 tribus estaban presentes, NO SOLO Yahudá (Judá). El pueblo judío es solo una tribu, no todo Israel. Nosotros también somos parte de Israel. Por lo tanto, las Fiestas del Adon también son para nosotros los que hemos sido encajados en el olivo por la sangre de Yahshua.
Cuarenta días antes de Yom Kippur el pueblo se preparaba haciendo ayunos, haciendo introspección, arrepintiéndose de cualquier pecado cometido, fuera de su conocimiento o no. Pedían perdón a quien hubieran ofendido y perdonando a quienes los hubieran ofendido. Cada día escuchaba el sonar del shofar recordando que deben despertar y buscar en su interior si queda pecado oculto. Esto es los treinta días del sexto mes hasta el día de Yom Teruah (día del Sonar del Shofar o Fiesta de las Trompetas), y comenzado el mes décimo con Yom Teruah, diez días más hasta Yom Kippur donde se presentaban en ayuno al Eterno. Un total de cuarenta días de Teshuvah o arrepentimiento. Un día por cada uno de los años que el Pueblo de Israel anduvo en el desierto.
Esto se hizo durante miles de años desde que Elohim instruyó a Moshe, hasta que cambió radicalmente el año en que Yahshua murió y resucitó.
Ahora, esto es mucho más profundo de lo que parece. Lea detenidamente lo que ocurría este día lo que sería una sombra de lo que nuestro Mashiaj ya hizo por nosotros, y un acto profético de lo que sucederá en su segunda venida.
Era la costumbre del gobernador, durante una fiesta, dejar en libertad a un prisionero, cualquiera que la gente pidiera.
En aquella época había un notorio prisionero llamado Barrabás.
Así que cuando la gente se había reunido, Pilato les dijo: '¿A quién quieren que ponga en libertad? ¿Barrabas o Yahshúa, llamado el Mashíaj?'
El otro cordero permanecía en el atrio. El Kohen ponía las manos sobre su cabeza y sus cuernos, y literalmente le pedía a Elohim que echará sobre él todos nuestros pecados y todas las maldiciones que nos correspondían. Se convertía en el “Chivo Expiatorio”, uno que cargaría con nuestros pecados en nuestro lugar. Un cordero separado para Elohim que nunca conoció algo impuro, sería hecho pecado y maldición en nuestro lugar. (¿Algún parecido con 2da de Corintios 5:21?)
Se abrían las puertas de la ciudad y era sacado afuera. (Yahshua también fue llevado afuera de la ciudad: Juan 19:17 y 20, hebreos 13:11-12).
Así también Yahshúa sufrió la muerte fuera de la puerta, para apartar a la gente mediante su propia sangre”
Hacían que el cordero caminara hasta un despeñadero donde se supone que caería y moriría. Yahshua Ha Mashiaj fue profetizado por Isaías(Yeshayahu') más de mil años antes tomando el lugar de ambos corderos:
El Kohen Hagadol amarraba una cinta roja al cuerno del chivo expiatorio y retenía un pedazo de esa cinta roja y la amarraba en un lugar en el templo a la vista de todos. El Kohen lanzaba una moneda al aire, si caía de un lado Significaba que Elohim había aceptado el Sacrificio, si caía del lado opuesto significaba que Elohim no había aceptado el Sacrificio. También los escritos históricos del pueblo explican cómo de manera milagrosa y sobrenatural, cada vez que
Lo más sorprendente es lo siguiente, registrado en el talmud (escrituras de hombres) y reconocido por los Rabinos Ortodoxos Judíos: Exactamente el día de Yom Kippur del año en que murió y resucitó nuestro Mashiaj Yahshua (seis meses después de su muerte y resurrección), algo sobrenatural pasó. El Talmud registra que la moneda arrojó que Elohim NO había aceptado su sacrificio, y el cinto no se tornó blanco. Durante 39 años más (un total de 40 años, contando el año en que Yahshua murió y resucitó), el pueblo judío siguió haciendo sacrificios de expiación en Yom Kippur, hasta que el Templo fue destruido en su totalidad (en el año 70) y los sacrificios cesaron. El Talmud registra que durante esos cuarenta años, año tras años la moneda cayó del mismo lado y su sacrificio NO fue aceptado por Elohim. El sacrificio ofrecido NO volvió a causar que el cinto se tornara blanco. Permaneció rojo.
Luego del sacrificio expiatorio de nuestro Adon NINGÚN otro sacrificio fue aceptado por Elohim en su lugar. NO ERA NECESARIO otro cordero. El Sacrificio de Yahshua fue SUFICIENTE para TODA la humanidad, ese era el Gran sacrificio infinito.
“En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Yahshua Ha'Mashiaj hecha una vez para siempre; Mashiaj, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Elohim, de ahí en adelante esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies; porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados.”
Esta parte de Yom Kippur fue cumplida en totalidad por el Adon. Y es precisamente la parte del sacrificio que al día de hoy el pueblo judío no ha podido volver a celebrar: los sacrificios de expiación. Pero el pueblo judío y todos nosotros debemos continuar celebrando la otra parte de
Cada cual ahora en vida decide si en el Último Yom Kippur que está por venir enfrentará a Yahshua Ha ‘Mashiaj como nuestro Juez o como nuestro Abogado Defensor. Aceptando o rechazando a Yahshua como Adon y Salvador personal.
Tenemos mucho que celebrar en Yom Kippur:
Primero: Recordamos el sacrificio de nuestro Adon Yahshua Ha Mashiaj por nosotros, y cómo fuimos perdonados de nuestros pecados.
Segundo: Celebramos que nuestros nombres fueron escritos en El Libro de La Vida una vez y para siempre, si permanecemos en Él, y Él en nosotros.
Tercero: Celebramos nuestra Fiesta como un ensayo profético de lo que pronto sucederá ante el Gran Trono Blanco, cuando próximamente regrese Yahshua por su pueblo.
Yom Kippur es un excelente día para:
* Dedicarnos al Abba Kadosh por medio de ayuno.
Este Yom Kippur pide a Elohim que tu nombre esté en el Libro de la Vida, y únete al clamor de la Novia: “El Ruaj y la novia dicen ven”
¡Que tengas un ayuno en conexión con el Abba Kadosh en este Yom Kippur!
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